Tienes un perfil multipotencial ?

fuente: WelcomeToTheJungle.com

Opuestos a los perfiles de especialistas que se sienten realizados siguiendo una carrera lineal, los multipotenciales son “los demás”. Aquellos que no encajan en ninguna categoría o que podrían encajar en todas. Un poco comerciales, un poco RR. HH., un poco community managers… e incluso un poco profesores de yoga en su tiempo libre. Se trata de personas generalistas. Sin embargo, puesto que el sistema tradicional se basa principalmente en el modelo de carreras especializadas, a estos perfiles no se les reconoce todavía su justo valor. Hay ocho señales que te permitirán saber si tu perfil encaja con el de esas personas.

1. Aprender, descubrir… tu curiosidad no tiene fin. Cuando eras más joven, ¿pasabas de una afición a otra (o te apetecía hacerlo), como el tenis, la natación, la guitarra, el dibujo, etc., hasta que se agotaba tu interés y te interesabas por otra cosa? Este es un clásico de la personalidad multipotencial. Si tú lo eres, seguramente no tienes ni vocación ni predilecciones. Lo que te estimula es, sobre todo, seguir fiel a tu compañera: la curiosidad. Y es probable que esta se haya manifestado en una etapa muy temprana de tu vida, en la infancia, bajo forma de ganas de descubrir, aprender y experimentar muchísimas cosas distintas. Las personas multipotencial son, en cierto modo, los Indiana Jones del mundo laboral. Por lo tanto, si te gusta explorar nuevos horizontes, puede que seas multipotencial.

2. Elegir un camino significa renunciar a otros. Viajemos en el tiempo, a cuando estabas en bachillerato. Más concretamente, el momento de elegir un itinerario. Aunque esto puede ser un simple formalismo para algunas personas, para los multipotenciales convertirse en un auténtico rompecabezas, ya que, para ellos, escoger una única vía implica renunciar al resto. ¿Cómo elegir un camino cuando hay tantas cosas que te interesan? Y, después de todo, ¿por qué elegir? La sociedad nos ha condicionado para seguir un modelo lineal de carrera basado en la especialización. En resumidas cuentas, elegir un itinerario, especializarse, obtener un primer empleo y desarrollar una carrera en ese ámbito durante los próximos 40 años. Es el patrón clásico. Así pues, puede que hayas intentado entrar en ese molde y te hayas encerrado en un sector o en una profesión. ¿El resultado no ha sido del todo positivo? Supongo que, desde fuera, te muestras realizado y te tranquilizas a ti mismo diciéndote que tienes un empleo, un salario y un estatus social cómodos (¡lo cual no es poco!). Pero por dentro, ¿sigues oyendo esa voz que te repite que te estás ahogando en esa casilla y que es hora de emprender nuevas aventuras profesionales? En ese caso, es muy probable que seas un multipotencial sin saberlo.

3. ¡Me sigo aburriendo! Para las personas multipotenciales, el aburrimiento no se limita a los conocidos como bullshit jobs. Cuando empiezas en un nuevo trabajo, ¿te parece todo siempre idílico pero terminas rápidamente desencantado? Nuevos objetivos, nuevos proyectos, nuevo entorno, nuevos compañeros, nuevos temas, etc. ¿Empezar un trabajo es siempre un momento emocionante para ti, hasta que el aburrimiento, tu “eterno” compañero de viaje, llega para quedarse? Por lo general, se manifiesta cada dos o tres años. Comienza con pensamientos recurrentes del tipo “¿Pero para qué sirve esta reunión?”, “De todas formas, ya no aprendo nada nuevo” o “Ahora que la empresa funciona sola, ¿qué voy a hacer?”. Poco a poco, esos pensamientos dan lugar a un desánimo crónico que te resta las fuerzas para levantarte por las mañanas o hace que cuentes los días que quedan para poder desconectar el fin de semana. A largo plazo, pierdes toda motivación y crees que tu trabajo ya no tiene sentido. Y si la situación perdura, terminas incluso por dudar de tu valor, al tiempo que mengua tu confianza.

4. La gente cree que nunca estoy satisfecho con nada. En la mente de la mayor parte de trabajadores, escoger un sector y desarrollar una carrera es una señal de estabilidad y seguridad. Por lo tanto, cambiar de empleo varias veces puede dar lugar a comentarios incluso desagradables. Las personas multipotenciales que asumen que lo son saben muy bien lo siguiente: cambiar de empleo siempre conlleva un comentario cargado de juicio por parte del entorno. ¿Tienes la impresión de que la gente piensa que nunca estás satisfecho con nada? O peor aún, ¿de ser el alma errante de tu familia o grupo de amigos? Asimismo, si tienes una trayectoria profesional variada, seguro que en las entrevistas de trabajo has tenido que escuchar la clásica frase (de forma más o menos explícita) “Has cambiado de empleo a menudo, ¿quién me dice que no nos vas a dejar en un año?”. Pero tal vez sea puro azar.

5. Quiero una vida con varias vidas. Ante la pregunta “¿Si tuvieras cinco vidas, en qué te gustaría trabajar?”, ¿responderías que no querrías tener cinco empleos en cinco vidas, sino cinco empleos en una sola vida? ¿No sueñas con el Santo Grial que representa el contrato indefinido sino que más bien lo percibes como una “cárcel” de oro? Las personas que te inspiran se han reinventado muchísimas veces y han explorado mil y un ámbitos, como ese chico que, con apenas 40 años, ya ha tenido una gran vida profesional, habiendo sido abogado, escritor y finalmente empresario del sector de la restauración.

6. Me gusta tocar varios palos. En el mundo laboral, hace falta de todo. Hay personas que prefieren especializarse y ocupar un puesto en un ámbito determinado. ¿Este no es tu caso? Un poco de derecho, una pizca de marketing, una cucharadita de formación, todo ello espolvoreado con un poco de management de equipo. ¿Podría ser esta la “receta” del empleo de tus sueños? Puede que no seas un experto, pero ¿qué más da? En ese caso, lo que seguramente te atrae son los empleos polivalentes o generalistas que te permitan hacer de todo y desarrollar tareas transversales. Tener un empleo con una rutina en el que los días sean todos iguales es algo que, para las personas multipotenciales, provoca un “Gracias, pero no”.

7. ¿Quieres ideas? ¡Toma ideas! Si despiertas envidia, ¿es normalmente porque tienes muchas ideas? ¿El proceso de generar ideas te parece natural porque tu curiosidad y tu espíritu de explorador te han conducido a llevar la reflexión siempre un paso más allá, comprender tu entorno, profundizar tus conocimientos y experimentar cosas nuevas? De hecho, te sueles plantear preguntas que comienzan por un “por qué” en tu día a día y consigues conectar dos ideas o temas para dar con soluciones innovadoras. Esta manera de razonar muestra que empleas un modo de pensamiento “divergente”. ¿No te suena el término? Las nociones de pensamiento divergente y convergente las planteó el psicólogo J.P. Guilford en la década de los 50 del siglo pasado. Nuestro sistema educativo da prioridad principalmente al pensamiento convergente, que consiste en aplicar reglas y procesos estructurados para lograr una solución. Dicho de otra manera, el profesor expone un problema y nos da las reglas para llegar a una única solución. Por el contrario, el pensamiento divergente relaciona dos temas que no están vinculados entre ellos y, gracias a las conexiones cerebrales, se produce la magia. Al razonar por analogía, salimos del sendero marcado para buscar la inspiración y la solución fuera, en otro ámbito. A menudo, es así como surgen las ideas innovadoras originales.

8. Sí al cambio. ¿Tu empresa desea cambiar de rumbo estratégico o tu empleo cambia, por lo que vas a tener que formarte y adquirir nuevas habilidades, y todo eso no te da miedo? Al cambiar con regularidad de empresa, sector o empleo, ¿has desarrollado una flexibilidad que resiste a todo? O si todavía no has dado el gran salto, quizás tu vida privada sea un magnífico tablero de juego, puesto que tienes varias aficiones y cambias constantemente, con lo cual has desarrollado una gran capacidad de adaptación. En aquellas situaciones en que la mayoría de personas se muestran reticentes a modificar sus hábitos, ¿eres tú el camaleón del mundo laboral que se adapta a cualquier cambio, ya sea organizativo, técnico o de entorno? ¡Esta es otra de las principales características de las personas multipotencial.

¿Y bien? ¿Te has sentido identificado? De ser así, ten en cuenta que, aunque la especialización sigue siendo la norma, la tendencia está cambiando. Las empresas se enfrentan a desafíos externos (sociales, medioambientales, etc.) e internos (progreso técnico y tecnológico, motivación y gestión del talento, etc.) que les exigen replantearse constantemente su organización, sus prácticas, su estrategia y sus formas de trabajar. Y para ello, necesitan empleados innovadores, ágiles y dispuestos a adquirir nuevas habilidades con frecuencia. En resumen, ¡todo lo que te caracteriza como multipotencial!

full credits: Sonia Valente